Antonio J. González Plessmann
2014-03-05
¿En
la coyuntura venezolana, la juventud que ejerce su derecho a la
manifestación pacífica, en búsqueda de democracia y libertad, es
asesinada por el Estado, como parte de una política sistemática de
violación a los derechos humanos sobre la disidencia, tal como difunden
los principales medios, partidos y ONG de oposición y sus aliados
internacionales? Veamos.
Mito 1. La juventud del país es el sujeto de las movilizaciones del último mes
La
Encuesta Nacional de Juventud 2013, realizada por GISXXI, evidencia que
el 73% de la población juvenil del país cree que el mejor sistema de
gobierno es la democracia participativa y el 60% que el mejor sistema
económico es el socialismo. No parece ser, por tanto, “la” juventud
venezolana quien se movilizó en contra de la Revolución Bolivariana (que
levanta las banderas de la democracia socialista) el último mes, sino
una parte minoritaria de esta. Tal movilización ha ocurrido en algunas
de las calles de urbanizaciones de clases medias y alta, de 18 (5,3%) de
los 335 municipios que existen en el país. Pero no son sólo algunos
jóvenes los movilizados. Las imágenes, videos y discursos, evidencian
que los acompañan personas de diferentes edades, fundamentalmente de
ingresos medios y altos, así como militantes políticos de un sector de
la oposición liderado por López, Machado y Ledezma, cuya estrategia de
movilización fue presentada públicamente a finales de enero[1].
Mito 2. Están ejerciendo el derecho a la manifestación pacífica
El artículo 68 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) consagra el “…derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas”.
Las manifestaciones más concurridas de la oposición, durante este mes,
se han iniciado pacíficamente (marchas y concentraciones), pero la mayor
parte de las manifestaciones registradas, conocidas como Guarimbas, así como las acciones en contra de servicios públicos (Metro de Caracas, Pdval, Cantv e instalaciones eléctricas),
han sido de carácter violento y están siendo protagonizadas por
pequeños grupos de personas dentro de la oposición, que han logrado
imponer su agenda a ese sector, no exento de conflictos internos[2]. Como consecuencia directa de las Guarimbas,
han sido asesinadas 9 personas de un total de 17 que han perdido la
vida en el conflicto: 5 como consecuencia de choques contra escombros,
guayas o alambres de púa colocados por manifestantes de oposición; 2
asesinados con armas de fuego al intentar mover los escombros; 1 un
transeúnte asesinado con un cuchillo por alguien que había sido agredido
por los manifestantes, unos minutos antes y uno más atropellado por un
vehículo que intentaba sortear la barricada. Adicionalmente, fue
asesinado, en enfrentamiento con civiles armados que estaban
manifestando, el Sargento de la GNB, Giovanni Pantoja, en Valencia, y
existe un número superior a 30 GNB heridos, en el control de
manifestaciones.
Mito 3. Están buscando “democracia y libertad”
El
significado de la democracia y la libertad ha sido objeto de una
profunda disputa político-ideológica, en los últimos 15 años. La
Revolución habla y construye desde la democracia socialista y la
oposición, reivindica para sí, la democracia liberal, de la economía de
mercado. Más allá del contenido de ese debate, cuya magnitud rebasa este
espacio, resulta paradójico que quienes se asumen defensores de algún
tipo de democracia no acepten la voluntad popular ratificada en 18
procesos electorales; el más recientes de los cuales (diciembre 2013)
avala la legitimidad de la Revolución con una diferencia de más de 10
puntos porcentuales. Al acusar al gobierno de “Dictadura”, se
autorizan a sí mismos a apelar a fórmulas insurreccionales y
conspirativas (el siempre soñado deseo de que algún militar o fuerza
extranjera les haga el trabajo que no han logrado por los votos),
reñidas con cualquier concepto de democracia. Como señalan más de 40
activistas de derechos humanos en un comunicado que suscribo, “…sus
acciones no sólo se expresan contra la institucionalidad democrática
sino también, de manera directa, contra la mayoría de la población que
ha respaldado a la tolda de gobierno”[3].
Mito 4. Están siendo asesinados por el Estado
La
matriz predominante en medios de oposición, nacionales e
internacionales, es particularmente perversa con este tema, pues
instrumentaliza la muerte de estos compatriotas, a favor de la
estrategia que apunta a minar la legitimidad al Gobierno[4].
Todas esas muertes repugnan, independientemente de quienes sean las
víctimas y quienes los victimarios. Todas expresan el lado más dramático
y doloroso de nuestra disputa hegemónica. Todas deben ser investigadas
seriamente, sus responsables identificados y sancionados, sus familiares
y la sociedad reparados, y modificadas las condiciones que hicieron
posible su ocurrencia. La evaluación, uno a uno, de los casos,
evidencia, sin embargo, fuentes múltiples de la violencia, a contravía
de la matriz denunciada: a) en 5 casos parece existir responsabilidad
directa de funcionarios de organismos de seguridad del Estado (GNB y
SEBIN); b) en 1 caso se presume la responsabilidad de un civil armado
pro-gobierno; c) en 3 casos se presume la responsabilidad de civiles
armados de oposición; d) en 5 casos las muertes ocurrieron a
consecuencia de accidentes de tránsito generados por las Guarimbas colocadas por manifestantes de oposición; e) en 2 casos las muertes ocurrieron por conflictos en las Guarimbas y; f) en 1 caso más, se trata de un accidente.
Mito 5. Los casos son parte de una política sistemática de violación a los derechos humanos
Nada
excusa el comportamiento de los funcionarios de la GNB y el SEBIN, que
han protagonizado violaciones a los derechos a la vida y a la integridad
personal en esta coyuntura. Pero esos casos no demuestran la existencia
de una política sistemática de violación a los derechos humanos. Por el
contrario, existen suficientes hechos que demuestran una política que
pretende enfrentar la impunidad y modificar estructuralmente las
condiciones que posibilitan las violaciones a los derechos humanos, en
el contexto de manifestaciones. Todos los casos denunciados están siendo
investigados, por orden del propio Presidente de la República quien ha
dicho, sobre los funcionarios, que “si
alguno de ellos aparece involucrado con personas heridas o fallecidos,
¡que pagué con cárcel! No protejo a nadie que dispare contra
manifestaciones"[5].
El mismo Presidente propuso a la oposición la creación de una Comisión
de la Verdad para investigar la violencia reciente, en marco de su
iniciativa de Mesa de Diálogo. Desde
2006 para acá, es posible encontrar, además, una política sistemática
de reforma policial, que incluye la construcción de estándares sobre el
Uso Proporcional de la Fuerza por parte de funcionarios[6]; así como la cualificación de la formación bajo un nuevo paradigma de la seguridad ciudadana (UNES)[7]. Ningún funcionario de la PNB, formada bajo este modelo, ha sido acusado de vulnerar el derecho a la vida en este contexto.
La
actual coyuntura demuestra, sin embargo, que los esfuerzos no son
suficientes. Siempre que exista un caso y una víctima, es necesario
interpelarnos como militantes de la revolución y como gobierno. La
reforma no ha llegado a la GNB ni al SEBIN y resulta urgente generar
procesos en esa dirección.
- Antonio J. González Plessmann es Director de la Línea de Investigación en Convivencia y Seguridad Ciudadana de GIS XXI
[1]Ender Marcano, “Dirigentes invitan a discutir `la salida al desastre´ de Gobierno”. Diario El Universal, 24 de enero de 2014.
[2]Ver, “Luis Vicente León afirma que batalla de egos impide dialogar a la oposición”. Correo del Orinoco, 05 marzo 2014.
[3] Varios firmantes, Comunicado “Situación de los derechos humanos en la coyuntura venezolana: Una mirada alternativa” 26.02.14. Consulta en línea: http://alainet.org/active/71655
[4]Un Tweet de Leopoldo López, del 04.03.14, permite ilustrar esta afirmación: "Queremos rendir homenaje a los 18 fallecidos q ha dejado la violenta represión d los órganos d seguridad del régimen de Nicolás Maduro ". Consulta en línea: https://twitter.com/leopoldolopez.
[5]Nicolás Maduro, “No protejo a nadie que dispare contra manifestaciones”. 21.02.14. Consulta en línea: http://www.aporrea.org/actualidad/n245699.html
[6]Ver estándares en el sitio web del Consejo General de Policía: http://www.consejopolicia.gob.ve/
[7]Ver programa de formación de la UNES: http://www.unes.edu.ve